De repente necesito que me abraces y no me dejes
De repente deseo escucharte y no dejar de oír Tus bellas palabras
De repente cierro los ojos y Te veo, no queriendo abrirlos nunca
De repente siento Tu amor que me llena y anhelo más
Un instante nada más, y todo cambia
Un gesto de aprecio y voy hacía Ti sin dudar
Te amo como a nadie he amado jamás
Jesús, heme aquí.
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